Hay mucha gente que elimina los carbohidratos de su dieta cuando quiere adelgazar, y aunque puede ser una buena idea, el campo de los hidratos es muy amplio, incluye el pan, la pasta, las judías y las patatas. Para adelgazar no tienes por qué dejar el pan.
El pan más saludable y, por tanto, el más recomendable para adelgazar, es aquel que contiene más grano y el que esté compuesto por 100% harina integral; para comprobarlo deberás mirar la etiqueta del envase o preguntar a tu panadero.
Si tienes que elegir uno para consumir, que sea alguno de estos tres:
Pan de centeno: compra el que no lleve aditivos; es el pan que más fibra y nutrientes tiene, y es una potente fuente de hierro y vitaminas B.
Pan de trigo integral 100%: comprueba que sea con grano entero y que la harina también sea de trigo.
Pan de avena: dispone de fibra soluble, muy buena para reducir el colesterol.
Casi todos los tipos de panes tienen las mismas calorías (unas 70 por porción), la diferencia es que los tres mencionados anteriormente sacian más y aportan más fibra, lo que está estrechamente relacionado con una menor absorción de glucosa, es decir, que su consumo produce un menor nivel de azúcar en sangre, lo que favorece la regulación del peso al no dar bajones y subidones bruscos de energía.
Si dejas el pan tampoco pasa nada.
En comparación con otros alimentos como las frutas y verduras, el pan es relativamente bajo en nutrientes esenciales.
Además, es alto en calorías e hidratos de carbono, y a la vez bajo en proteínas, grasas, fibra, vitaminas y minerales.
No obstante, esto varía entre los diferentes tipos de pan.
Por ejemplo, el pan de trigo integral tiene una mayor cantidad de fibra, mientras que el de cereales es rico en beta-caroteno y vitaminas C y E.