Las ostras no solo son conocidas por su supuesto efecto afrodisíaco: son de los mariscos más densamente nutritivos que existen. Una sola porción de 100 g cubre con creces el 100% de la cantidad diaria recomendada de zinc, un mineral esencial para la inmunidad y la cicatrización de heridas. También son ricas en vitamina B12, hierro, cobre y selenio. Un estudio publicado en Nutrients en 2020 señaló que las ostras tienen una excelente biodisponibilidad de hierro hemo, útil en la prevención de anemia. Además, aportan ácidos grasos omega‑3 EPA y DHA, aunque en cantidades moderadas. Los mejillones son una opción saludable y muy sostenible. Una ración de 85 g contiene alrededor de 700 mg de omega‑3, una cantidad comparable a la de pescados grasos como el atún claro. También son ricos en vitamina B12, fósforo, manganeso y selenio, y tienen un perfil de grasa muy bajo. Las almejas destacan especialmente por su contenido de hierro: hasta 28 mg por cada 100 g, lo que las convierte en uno de los alimentos más ricos en este mineral. También aportan vitamina B12, yodo y proteínas completas. Las ostras, mejillones, almejas, camarones y cefalópodos como el calamar o el pulpo son especialmente recomendables por su perfil nutricional y bajo contenido calórico.