La OMS recomienda consumir pescados y mariscos de dos a tres veces por semana.
Los pescados y mariscos son uno de los alimentos que más beneficios aportan a la salud debido a su contenido nutricional, pero su consumo puede no ser una buena opción durante la temporada de calor.
Y es que estos productos son de fácil descomposición, pero las altas temperaturas que se experimentan en esta época aumentan el riesgo de consumirlos en mal estado y sufrir infecciones gastrointestinales e intoxicaciones.
Esto sobre todo si se consumen crudos o preparados en la calle, donde la falta de higiene puede potencializar este riesgo, así señaló la Secretaría de Salud.
El consumo de pescados y mariscos aporta beneficios significativos para la salud, incluyendo la mejora de la función cerebral, prevención de enfermedades cardiovasculares y el apoyo a un peso saludable, convirtiéndolos en componentes valiosos de una dieta equilibrada.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda consumir pescados y mariscos de dos a tres veces por semana, debido a su gran valor nutricional y con la finalidad de aprovechar los beneficios que aportan a la salud.
Incorporar pescados y mariscos en la dieta puede ser una estrategia efectiva para el control de peso, ya que su alto contenido proteico y bajo en calorías contribuye a una mayor saciedad, ayudando a controlar el apetito y, por consiguiente, la ingesta calórica total.
Ricos en proteínas de alta calidad, estos alimentos proporcionan el bloque de construcción necesario para el mantenimiento y crecimiento muscular, así como para la reparación de tejidos en el cuerpo.
Son una de las principales fuentes de ácidos grasos omega-3, especialmente EPA y DHA, que juegan un papel crucial en el desarrollo y funcionamiento del cerebro, así como en la prevención de enfermedades cardíacas.
Son ricos en minerales como el yodo, esencial para una función tiroidea adecuada, y el selenio, un antioxidante importante que protege las células contra el daño.