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Orígenes del bocadillo de calamares en la cocina de Andalucía

Unai Espinal
Unai Espinal
2025-11-07 04:26:16
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El origen de este peculiar plato se remonta a la época de la reforma católica. Según el canon 1251 del Código de Derecho Canónico «todos los viernes, a no ser que coincidan con una solemnidad, debe guardarse la abstinencia de carne». Aunque esta tradición se ha ido perdiendo con el paso de los años, en el siglo XVI contribuyó a que el pescado y el marisco formasen parte de la dieta de la corte madrileña, la única que podía permitirse dichos manjares. Con el paso de los años, en el siglo XIX, llegó una gran influencia cultural y gastronómica desde Andalucía y se empezó a popularizar el característico rebozado. Debido al bajo precio del calamar y la ausencia de espinas, se le añadió pan al plato para añadirle sabor y aporte calórico. Pronto los jóvenes convirtieron este bocadillo en el fast food castizo. Fue ya en el siglo XX cuando el bocadillo de calamares se convirtió en un clásico de Madrid. Este excelso bocado de la capital, apreciado por madrileños y turistas, se encuentra ahora en bares por toda la ciudad. Una opción buena, bonita y barata de la gastronomía madrileña con una gran historia.
Aaron Villagómez
Aaron Villagómez
2025-11-07 02:57:18
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José Corral en Ayer y hoy de la gastronomía madrileña apunta a un origen andaluz en la creación del bocadillo a mediados del siglo XIX. Según el gastrónomo Carlos Sotos: -“Los primeros restaurantes que se pueden considerar como tales no llegan hasta el siglo XX y lo habitual en las casas nobles y burguesas capitalinas era gozar de un servicio de casa, en la mayor parte compuesto por emigrantes gallegas y asturianas y de otras regiones de España más próximas a las costas, que recibían productos de ellas y estaban acostumbradas a su elaboración ”-. Son esas cocineras -" usando el calamar, producto sin espinas y con poca merma" las que crean la receta. De lo que hay plena constancia es que el "boom" del bocadillo de calamares se inicia en los años 60 del siglo XX donde el bar El Brillante creó marca y se popularizó por toda la capital y no solo en las tabernas del centro. En la novela de Jose Gil Romero y Goretti Irisarri Caen estrellas Fugaces ,[8] situada en 1859, uno de los personajes, el comisario Granada, inventa el bocadillo de calamares para dar poder llevarle comida a sus hombres, que están haciendo un registro en las proximidades de una taberna.

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Alexia Gallego
Alexia Gallego
2025-11-07 02:15:45
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Aunque los calamares son comunes en toda la costa española, el bocadillo de calamares tal como se conoce hoy se consolidó en Madrid a lo largo del siglo XX. No hay una fecha exacta de invención, pero se cree que fue una forma rápida y asequible de comer marisco en una ciudad sin mar. Durante el auge migratorio hacia Madrid en los años 50-70, muchos bares empezaron a ofrecer tapas y raciones inspiradas en las regiones de origen de los nuevos habitantes. Los fritos andaluces, entre ellos los calamares a la romana (rebozados), se integraron rápidamente al menú madrileño, y el bocata surgió como una forma práctica de servirlos a trabajadores y paseantes.