El cardamomo es originario del sur de la India, en donde ha sido usada como condimento, medicamento y ceremonias religiosas. La semilla de cardamomo es la tercera especia de mayor valor económico a nivel mundial, después del azafrán y la vainilla. Aunque su nombre científico es Elettaria cardamomum, también se le llama “reina de las especias”, dice María García Morlesín, en la Tesis Monografía de la semilla de cardamomo control de calidad de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Sevilla. Las semillas son uno de los ingredientes base del curry y del garam masala; en el Medio Oriente las utilizan para aromatizar tés y cafés; y en Europa las añaden en la repostería. El cardamomo se obtiene en forma de semilla o granos, aunque también en polvo. La naturópata Carolina Hernández explica que se puede clasificar en tres: el negro, que se utiliza para condimentar platillos por su intenso sabor; el blanco, se usa para dar sabor a ensaladas y sopas; mientras que con el verde se aromatizan caldos o salsas y es el más común para hacer infusiones. Esta especia es rica en fibra, por lo que ayuda al tránsito intestinal; contiene vitaminas A, B1, B2, B3, B12 y C, así como hierro, calcio, sodio, magnesio y fósforo. También contiene aceites esenciales como el pineno, terpineol, cineol, sabineno y limoneo.