Como snack: Consumilos solos o en combinación con otros alimentos como yogur, frutas o semillas.
En ensaladas: Añadí nueces, almendras, avellanas, pistachos o maní para un toque crujiente y nutritivo.
En yogur o batidos: Mezclá frutos secos picados con yogur, leche o batidos para un desayuno o merienda más completo.
En salsas: Triturálos para hacer salsas, como pesto de almendras o salsa de nueces, o usalos como complemento en otras salsas.
En rellenos: Añadí frutos secos picados a rellenos de empanadas, pasteles, pastas o carnes.
En guarniciones o sopas: Añadílos salteados o tostados a guarniciones de verduras o sopas para un toque extra de sabor y textura.
Para rebozar: Picá frutos secos y úsalos para rebozar carnes o verduras, creando una capa crujiente y sabrosa.
En postres: Los frutos secos son un excelente ingrediente para postres como galletitas, tortas, helados, turrones y más.
Como espesante: Triturá almendras o avellanas para usar como espesante en salsas, guisos o sopas, en lugar de harina o pan.
En mantequillas y untables: Prepará mantequillas de frutos secos (como mantequilla de maní) o úsalas como untables en galletas o panes.