La fruta y el verano casan a la perfección.
En el imaginario colectivo están más que conectados.
En esta línea se alinea Samantha Cassetty, dietista de Nueva York y coautora del libro Sugar Shock, que defiende que "el verano es la mejor época para consumir fruta: están en su punto óptimo de maduración, más sabrosas, más nutritivas y, a menudo, más asequibles".
Cassetty no se moja a la hora de colocar la corona de la fruta más saludable para el verano, aunque su corte de honor sí que incluye mango, melocotón, cerezas, fresas, frambuesas, arándanos, sandías y melones.
Estas dos últimas frutas que menciona la especialista norteamericana son sin duda las estrellas del verano en los hábitos alimenticios de los españoles en periodo estival.
La sandía es ideal para afrontar el calor gracias a su altísimo contenido en agua.
Samantha Cassetty añade que la sandía contiene licopeno, un carotenoide con capacidad antioxidante, que contribuye a proteger el corazón y a mantener la salud de la piel frente al daño solar.
La Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) explica que en verano a media mañana y a media tarde son buenos momentos para tomar piezas de fruta o porciones de sandía o melón que, aunque tengan un sabor muy dulce, tienen un bajo aporte de azúcares, pudiendo, también, consumirse por las personas con diabetes.