Es especialmente importante alejarse de alimentos que deshidratan, provocan inflamación o interrumpen el sueño cuando uno está griposo. Bebidas deportivas. La mayoría de las bebidas deportivas contienen azúcar agregado, que sirve como energía para los atletas. Sin embargo, durante un resfriado, ese azúcar también causa inflamación en un momento en que el sistema inmune ya está debilitado. Pepperoni. Comer pepperoni puede provocar inflamación directa e indirectamente e interrumpir el buen funcionamiento del sistema inmunológico. Bacon. Existen razones a largo plazo para limitar el consumo de bacon con regularidad. Pan blanco. El pan blanco es un alimento con un alto índice glucémico. Helados. La combinación de grasa y azúcares simples que tiene un buen helado no vale para obtener una sensación fresca y relajante en la garganta, que tan agradable parece cuando tienes un resfriado. Cerveza. Los estudios realizados en animales y cultivos celulares descubrieron que el gluten, que posee la mayoría de las cervezas, estimula la inflamación a través de una proteína llamada TLR4, que desencadena una respuesta inmunológica. Bebidas azucaradas. Ya sabes que el azúcar agregado en los refrescos no es bueno para ti, pero esta es otra razón para deshacerse de ese hábito. Caramelos. Mientras que un dulce parece un sustituto decente para una pastilla para la tos, es mejor que tomes una taza de té humeante para calmar la garganta y humedecer las vías respiratorias nasales. Galletas. Las galletas están hechas comúnmente con poco más que un montón de harina refinada blanca y mantequilla. Pizzas. Sí, nos encanta la pizza y sería una buena y sabrosa recompensa ante un proceso gripal.