¿Qué tipo de vino se combina bien con la carne?

Nadie puede negar lo bien que se complementan una deliciosa copa de vino tinto con un corte de carne grande y jugoso. Incluso si no eres fanático de los vinos, casi todo el mundo sabe que el vino tinto y la carne de res se complementan perfectamente. Un buen y robusto Cabernet Sauvignon, cómo el Tabali Talud, es una excelente opción para la mayoría de cortes como bife angosto, lomo fino, entre otros; mientras que el Malbec, cómo el Canopus y la Nave Va, por su gran sabor audaz y sus taninos aterciopelados, es ideal para cortes relativamente grasos como rib eye, t-bone o porterhouse. El vino blanco y los pescados. El mismo caso lo tenemos con.

Carnes de ave: Las aves de corral como el pollo o el pavo tienen un sabor muy suave, por lo que se recomienda acompañarlas con vinos jóvenes de intensidad media y de poco tiempo de crianza, como por ejemplo vinos blancos, rosados o tintos de uva Merlot, Pinot Noir o Malbec. Por otro lado, las aves de caza como el pato o la codorniz combinan muy bien con vinos jóvenes de mayor intensidad como un Cabernet Sauvignon o un Tempranillo. Carne de cerdo: El cerdo suele utilizarse en cocidos o preparaciones con salsas, por ello se recomienda combinarlo con vinos tintos ligeros de cuerpo medio como pueden ser el Merlot o el Malbec. Cordero: El cordero tiene un sabor peculiar e intenso, por ello lo ideal es acompañarlo con vinos que hayan pasado un gran tiempo por barrica. Armonizan a la perfección vinos como el Cabernet Sauvignon, Syrah o un blend de Cabernet Sauvignon – Cabernet Franc. Cabra: El sabor de la carne de cabra es bastante intenso y tiene menos grasa que la carne de cordero. Para combinarla a la perfección requiere de tintos maduros y de cuerpo, como pueden ser el Syrah o un Malbec. Carnes rojas: Para acompañar la carne roja, necesitamos un buen vino tinto como la Garnacha, un Cabernet Sauvignon, Riojas, Riberas, Malbec o Zimfandel, es decir, vinos curtidos y maduros. Carnes a la plancha: La carne a la plancha va muy bien con vinos tintos secos, de cuerpo medio y jóvenes, como puede ser un Bonarda, Malbec o Merlot. Carnes asadas al horno: En el caso de las carnes asadas, las cuales concentran un gran sabor de la carne, se acompañan con vinos concentrados y con cuerpo, como puede ser el Malbec, Merlot, Cabernet Sauvignon y Syrah. Roast Beef: La cocción del Roast Beef que se caracteriza por fuego fuerte al principio y luego un poco más suave para conservar el jugo combina a la perfección con vinos tintos nobles que resalten con su sabor, como el Malbec, el Merlot o un Cabernet Franc. Salchichas o embutidos: Aunque hay distintos tipos de salchichas y embutidos, los vinos tintos jóvenes son los mejores acompañantes para esta carne, como el Pinot Noir o el Merlot. Steak tartar: En este caso, al ser un plato de carne cruda aromática, combina muy bien con vinos aromáticos rosados como puede ser el Casillero del Diablo Rosé. Como ves, hay muchas opciones para cada tipo de carne, pero es muy importante que estas sean acertadas para potenciar el sabor de la comida y evitar sabores desagradables por una mala combinación.

La combinación entre carne y vino tinto es la más clásica, dado que esta variedad de vinos intensifica los sabores y ofrece una experiencia inigualable. Un tinto joven, por ejemplo, puede realzar el sabor de la carne de cerdo ibérico. La carne de cerdo combina bien con casi cualquier vino tinto. Opta por vinos no muy tánicos, especialmente si incorporas frutas a la receta. La ternura de la carne de ternera se complementa con vinos tintos jóvenes y suaves. La carne de cordero combina con cualquier tipo de vino tinto, pero la edad del animal puede guiar tu elección. Para carnes blancas, como pavo, pollo o conejo, los vinos blancos suelen ser una elección acertada. Un Albariño o un Chardonnay pueden complementar platos suaves, mientras que un guiso más potente podría maridar bien con un Pinot Noir. El ganador indiscutible es el vino tinto con cuerpo y sabor robusto. Algunas variedades de uvas como el Cabernet Sauvignon, Malbec o Tempranillo son opciones a tener en cuenta, ya que estos tipos de vinos tienen un nivel de taninos más alto, lo que los hace perfectos para cortes de carne ricos en grasa. Otras opciones son el Ribera del Duero y el Rioja, conocidos por su cuerpo y por ser opciones ideales para acompañar una carne roja madurada, como es la carne del chuletón.

Carnes rojas, como el chuletón o el entrecot, requieren vinos con buena estructura y taninos firmes. Los mejores compañeros para estos cortes son los tintos con crianza en barrica, que aportan complejidad y equilibrio. Tempranillo es una buena opción para carnes rojas, ya que su buena acidez y notas especiadas realzan la intensidad de la carne. Cabernet Sauvignon también es adecuado, ya que sus taninos marcan bien la estructura de la carne, ofreciendo un contraste equilibrado. Malbec es otra opción, de cuerpo medio a alto, con notas frutales y especiadas que combinan bien con las carnes jugosas. Para carnes blancas, como el pollo o el cerdo, los vinos tintos suaves o blancos con buena acidez pueden ser una excelente opción. El cordero es una carne con un sabor característico y una textura jugosa que combina bien con vinos complejos y con buena persistencia en boca. Syrah es adecuado para cordero a la parrilla, ya que su carácter especiado y frutal complementa la carne. Tinta de Toro también es una buena opción, con taninos firmes y notas balsámicas, resaltando la intensidad de la carne. Merlot aporta suavidad y redondez, ideal para cordero con guarniciones dulces.