Las verduras más destacadas de junio son el pepino, el calabacín, los guisantes frescos, la zanahoria, las acelgas, las espinacas, la lechuga y los espárragos verdes.
Julio es el mes por excelencia de las grandes cosechas del huerto en verano.
Las hortalizas llegan a su mejor momento en pleno verano y es la ocasión de llevarnos a casa tomates, pimientos, berenjenas, calabacín, judías verdes, cebolla tierna, ajo y maíz dulce.
Ya entrando en agosto, tenemos que seguir manteniendo nuestros hábitos saludables, por lo que es muy importante que consumamos aquellos alimentos que llegan en el óptimo momento de consumo a este mes.
En el mes de septiembre empiezan a desaparecer para ir poco a poco dando paso a la campaña otoñal.
Si quieres evitar el desperdicio alimentario, ya sabes, ¡consumir preferentemente antes del otoño!
Estos productos tienen un alto valor nutricional que al cuerpo le viene genial.
Fibra, vitaminas, mucha agua y antioxidantes... En épocas como la veraniega, donde pierdes mucho líquido debido al calor, es extremadamente importante recuperar agua y la verdura te la proporciona de manera saludable.
Además, estas verduras son, por lo general, ricas en vitamina C, A y E por lo que su efecto antioxidante ayuda a proteger tus células para un correcto funcionamiento corporal.
Verduras crudas en verano, como la lechuga y el tomate, son ideales para combatir el calor.