Algunos alimentos pueden ayudarnos a combatir el calor, como las especias y pimientos picantes, que estimulan la sudoración.
La menta, con su mentol, actúa sobre los receptores del frío de nuestras mucosas, lo que ayuda a refrescarnos.
Los frutos rojos, como moras o cerezas, tienen un efecto antiinflamatorio que ayuda al cuerpo a bajar su temperatura.
La sandía y el melón son frutas que contienen mucha agua y son poco calóricas, lo que las hace ideales para refrescarse.
El tomate es rico en licopeno y vitaminas A y C, y es eficaz para disipar el calor estival y mitigar la sed.
Las zanahorias también son beneficiosas, ya que ayudan a proteger la piel de los radicales libres y reducen el riesgo de sufrir quemaduras solares.
Los melocotones y albaricoques son ricos en agua y nutrientes, lo que los convierte en alimentos refrescantes y nutricionales.
Las espinacas tienen un alto contenido de agua y bajo contenido calórico, lo que las hace ideales para mantenerse hidratado.
El pepino es rico en aminoácidos, vitamina C, agua y otros nutrientes, lo que lo hace muy beneficioso para disipar el calor y mejorar la salud en general.
Una dieta rica en ensaladas, frutas y verduras puede ayudarnos a mantenernos hidratados y frescos durante los meses de calor.