Por lo tanto, se aconseja hacer una cena vegetariana, es decir, sin carne, pescado o huevos.
Por la noche, se debe optar más por las proteínas vegetales que por las proteínas animales.
De hecho, las proteínas animales fomentan la producción de dopamina, un neurotransmisor responsable del despertar y de la motivación.
Mientras que por la mañana es ideal para mejorar la forma física, por la noche, nuestro organismo necesita más producir serotonina, un neurotransmisor responsible del apaciguamiento y de la regulación del sueño.
Esta serotonina se sintetiza a partir del triptófano, un aminoácido que se encuentra en las proteínas de origen vegetal: leguminosas, soja, arroz integral, semillas de girasol, chocolate, etc.
Ciertos alimentos pueden fomentar la producción de serotonina y la asimilación del triptófano, optimizando así la calidad del sueño:
Las nueces y almendras.
Los yogures y el queso.
Los carbohidratos (cereales integrales o fruta).
Al menos un tercio de tu cena debería ser verduras.
La cena ideal
Por la noche, opta por un plato formado por: 50 % de verduras
50 % de leguminosas y/o cereales integrales.
Para el postre, dependiendo de tu apetito, puedes optar por una fruta o, en su caso, por un yogur natural sin azúcar.
Por último, si todavía tienes hambre, opta por algunas semillas oleaginosas (almendras y nueces preferiblemente).