¿Cuál es la salsa china más sabrosa?

Laoganma es la creación de Tao Huabi, una mujer que comenzó vendiendo fideos en un pequeño puesto y terminó fundando una marca que hoy es sinónimo de sabor intenso y adictivo. Laoganma se traduce literalmente como "Vieja Diosa Abuela" y su imagen —una mujer de expresión seria en la etiqueta— es ya todo un icono. No es simplemente una salsa picante; es un condimento versátil que combina picor, umami y un punto crujiente que transforma cualquier plato. Aunque existen distintas variedades, la más famosa es la Laoganma crujiente de guindilla en aceite. Se trata de un aceite infusionado con guindilla, aromatizado con especias, cebolla frita y soja fermentada, que aporta profundidad de sabor y una textura irresistible. La combinación de estos ingredientes es lo que hace que Laoganma no sea solo “otra salsa picante”, sino un condimento que aporta capas de sabor y textura a cualquier plato. El sabor que enamora (y engancha) Lo que hace que Laoganma sea tan adictiva es la combinación de texturas y sabores: El crujiente de la cebolla y la guindilla. El calor profundo pero no abrasador del picante. El umami intenso de la soja fermentada y el glutamato. El toque cítrico y amaderado de la pimienta de Sichuan.

La salsa más antigua y conocida por todos cuando pensamos en comida china es la salsa de soja. La receta tradicional se elabora mediante la fermentación de granos de soja con trigo tostado y partido. Con la receta original conseguimos un sabor menos salado y mucho más intenso. Hay varios tipos de salsa de soja: Koikuchi, Usuchuki, Tamari, Shiro, Saishikomi. Otra de las más conocidas salsas chinas es la salsa agridulce. La salsa XO tiene su origen en Hong Kong a principio de los años 80 popularizándose de forma muy rápida por todo el país. La salsa Hoisin, o salsa de ciruela, es otra de las más utilizadas en cualquier restaurante chino.