Para sembrar granados debes buscar que la profundidad sea la adecuada, porque a una profundidad muy baja difícilmente recibirá el calor adecuado para germinar y crecer bien, por esa razón te aconsejamos sembrar el granado con el mismo nivel de altura que tenga la tierra de la maceta donde lo conseguiste, solo cambia la tierra descubriendo las raíces exteriores con cuidado, esto es porque las raíces deben tener contacto directo con la nueva tierra.
Si por el contrario, el granado que vas a sembrar tiene las raíces sueltas, trata de encontrar una línea donde se vea hasta donde estuvo en la tierra anterior.
Cubre las raíces con la tierra y cuida que la tierra se adentre bien entre las raíces.
Una vez en febrero, mayo y septiembre, fertiliza el suelo con 1/3 de taza de sulfato de amonio a las afueras de donde están las raíces durante la temporada de cultivo.
Utiliza un recubrimiento de 1 pulgada de grosor de abono natural alrededor de la base de las raíces a partir del cuarto año.