Los carbohidratos complejos se encuentran en la cebada, el arroz, el camote, maíz, avena, el trigo, pastas y demás cereales y derivados. Los frijoles, lentejas, soya, garbanzo, alubias y demás leguminosas también son buenas opciones de carbohidratos complejos. Los ejemplos de comidas antes de entrenar pueden ser desde una simple fruta como la manzana, hasta hacer combinaciones formando una comida completa que incluya cereales o leguminosas, verduras como hojas verdes y un poco de fruta. Los tipos de alimentos y las cantidades dependerán del objetivo que estemos buscando o del deporte practicado. Es importante no consumir cantidades grandes de grasas antes de entrenar, pues su digestión y asimilación puede provocar pesadez. Si queremos rendir al máximo y tirar de una buena intensidad en nuestra rutina, debemos evitar consumir carbohidratos simples que provengan de alimentos refinados como las harinas, azúcar y demás productos procesados que contengan estos ingredientes.