La peor elección para la cena serían aquellos alimentos procesados, altamente calóricos y vacíos de nutrientes: azúcares, cereales, bollería, yogures azucarados.
Debemos evitar los cereales refinados: pan blanco, masa de pizza refinada, etc.
La nutricionista-dietista de Opción Médica también desaconseja la ingesta de carnes grasas como la roja, la carne picada o las procesadas como los frankfurts.
Hay que evitar también las bebidas refrescantes con gas o con azúcar ya que aumentan las calorías y empeoran la digestión.
Hidratos de carbono refinados: pan blanco, cereales o azúcares.
Platos con salsas, grasas o muy elaborados, te costará digerirlos.
Pizzas congeladas, comida preparada o muy procesada.
Carne, embutidos, salchichas, hamburguesas.
Chocolate: poco y mejor negro, ya que puede resultar excitante y muy calórico.
Teína y cafeína.
Alcohol: te dejará atontada pero no dormirás bien, eso es un mito.
Legumbres: con mucha moderación y cocinadas muy ligeras, siempre como acompañamiento.