El café es un habitual de los postres, siendo el flan de café el más popular, pero también se puede utilizar en platos salados.
Valgan como ejemplo esta receta de solomillo de cerdo al café con un toque picante de guindilla o unos jugosos muslos de pollo encebollados al café.
Panna cotta de café: ideal cuando queremos preparar un postre rápido y cremoso con ese toque único que le aporta el café.
Magdalenas de café con leche: para que los que disfrutan tanto del café que no les basta con mojar las magdalenas en él.
Vasitos fáciles de crema de café con chantilly: perfectos para una sobremesa elegante y glamurosa.
Helado de café vietnamita: para cuando aprieta el calor de verdad y no queremos renunciar a nuestro sabor favorito.
Biscotti de café con nueces: un toque de café para picar entre horas.
Helado cremoso de chocolate y café: porque es la única manera de mejorar un helado de chocolate.
Tarta de chocolate con un toque de café: porque no hay más que verla para saber que no quedará ni un trozo en la mesa.
Pastel vegano de chocolate y café: porque se pueden conseguir postres increíbles sin huevo ni lácteos.
Batido helado de chocolate y café: porque si hay algo mejor que un helado de chocolate y café, es un batido de ese helado.
Muffins de chocolate, whisky y café: Por si queremos añadirle un poco de chispa a los muffins.
Mousse de chocolate negro y café: ¿Hacen falta motivos?
Pumpkin Spice Latte: receta de café con leche de calabaza especiado, un clásico del otoño.
Vasitos de cappuccino: Por si no tienes claro si quieres postre o café.
Café bombón helado: se podría decir que es el Frappuccino español.
Café cremoso helado: la receta perfecta para hacer tus sobremesas más refrescantes.