Aunque pueda parecer sorprendente, beber una infusión caliente puede ayudar a tu cuerpo a regular mejor su temperatura.
Cuando tomas algo caliente, el cuerpo detecta ese incremento térmico y reacciona aumentando la sudoración.
Ese sudor, al evaporarse, enfría tu piel de forma natural.
En pocas palabras: el calor que entra por la taza te ayuda a liberar el calor que llevas dentro.
Además, al contrario que algunas bebidas muy frías, no genera ese "choque térmico" interno que a veces nos deja incluso más acalorados o con sensación de pesadez.
El té moruno: el clásico refrescante del desierto es una mezcla tradicional de té verde con menta y hierbabuena que se prepara, se sirve y se celebra en Marruecos como un verdadero arte.
Un sabor que no solo te conecta con tierras lejanas, sino que transforma tu momento de infusión en una experiencia sensorial.
Si prefieres tu infusión fría, puedes tomar nuestras infusiones en agua fría, incluso puedes dejarlo enfriar, añadir cubitos y unas hojas de menta fresca.