Los condimentos y especias son fundamentales para dar el toque de gracia a este plato universal.
A lo largo de su historia, la paella ha ido incorporando diferentes aderezos que combinan a la perfección con el resto de los ingredientes y realzan el sabor gracias a sus características aromáticas.
Tanto es así, que los buenos comensales paelleros los echan a faltar cuando no se incorporan al guiso.
Eso sí, es muy importante que se utilicen en la cantidad justa y necesaria, con el objeto de no saturar la paella.
Aportan sabor y personalidad a nuestros platos.
Resulta fundamental para realzar el sabor de los ingredientes, dar aroma y, algo muy importante, otorgar ese color inconfundible de las buenas paellas valencianas.
Es un producto caro, pero bastan unas hebras para aprovechar todo su potencial, imposible de imitar con otros productos colorantes artificiales.
Se introduce después de sofreír el tomate y las verduras, e inmediatamente después hay que echar el agua.
Ya se utilizaba en la Antigua Grecia como planta medicinal.
Se agrega a la paella al final del proceso de cocción, cuando el arroz ya ha absorbido el caldo.
Se deposita en la parte de arriba.
Se añaden unas ramitas de romero fresco en los últimos minutos de cocción, evitando que quede enterrado por el arroz.
Cuando la cocción termina, se retira.
Un ingrediente básico para elaborar el sofrito de la paella, que también destaca por sus propiedades medicinales naturales.
Protagonista de la dieta mediterránea, no necesita más presentación.
Aportan sabor y personalidad a nuestros platos.
Mejoran la textura de algunos alimentos.
Tiene poder antioxidante y alto contenido en vitaminas y minerales.
Ayudan a la digestión, ya que estimulan la producción de jugos gástricos y favorecen la transformación de alimentos.
Protegen el aparato digestivo de posibles infecciones bacterianas.
Por sus características de potenciadores de sabor, ofrecen la posibilidad de reducir la sal y el azúcar de las comidas.