Elijas la clásica fritura estival, con verduras frescas y algo de marisco, o la fritura de pescado -también de verano, por ser la época en la que más se consume-, las cinco claves para la fritura de verano perfecta pasan por:
1.Elegir el aceite adecuado: mejor AOVE para freír
2.Harina adecuada y producto seco
3.Fríe en pequeñas cantidades
4.El aceite, bien caliente
5.Consume inmediatamente
Por supuesto, siempre con aceite de oliva virgen extra, que, como insisten los expertos, es el mejor aceite para freír.
El aceite de oliva virgen extra crea una capa crujiente en los alimentos, que así no quedan empapados en grasa.
Si puedes, procura utilizar un nuevo aceite en cada fritura, sobre todo si es de pescado, porque la intensidad del sabor de éste se notará en el siguiente plato que frías.
Además de recomendarte que uses harinas especiales para fritura, también te aconsejamos que te asegures de que la verdura o el pescado que vayas a enharinar esté bien escurrido y seco para evitar grumos.
Es recomendable freír en pequeñas cantidades.
Es mucho mejor freír en pequeñas cantidades e ir sirviendo la fritura en un plato poco a poco.
Porque además de lograr que las verduras emborrizadas o el pescado enharinado se peguen entre sí, la temperatura del aceite de oliva bajará.
Es fundamental que nuestro aceite de oliva esté bien caliente, aunque, por supuesto, evita siempre el punto de humo.
La temperatura del aceite es tan importante que, si no está lo suficientemente caliente, la verdura, el pescado o los ingredientes de tu fritura lo absorberán en exceso y la fritura, te lo aseguramos, perderá en calidad.
La temperatura del aceite debe llegar a los 180 grados.
Ni se te ocurra preparar una fritura que no va a ser consumida en la próxima hora.
No sirve lo de taparla ni hacerla con tanto tiempo como para dejarla para después.
En cuanto la saques de la sartén, ponla sobre un plato cubierto con papel absorbente y, en cuanto no corras peligro de quemarte la lengua, ¡disfrútala!