Si rebozamos los alimentos que vamos a freír, no hace falta que sea una capa gruesa, simplemente una fina película de harina, se evitará que el alimento entre en contacto directo con el aceite caliente y absorberá menos cantidad de grasa, además, el calor penetrará de forma uniforme haciendo una fritura más homogénea.
Freír alimentos cortados pequeños, cuando mayor sea el tamaño del alimento que se fríe, más tiempo tardará en estar cocinado y más cantidad de aceite absorberá, por ello, se recomienda freír los alimentos cortados finos o de pequeño tamaño.
Se pueden freír alimentos congelados y recién sacados del frigorífico, si el aceite para freír está caliente y el alimento que se va a freír está frío, se consigue una fritura más crujiente y que habrá absorbido menos grasa.
Sumergir el alimento completamente en el aceite es imprescindible para conseguir una fritura homogénea, rápida y con la menor absorción de grasa por parte del alimento.
Cuando se retiren los alimentos fritos del aceite, hay que posarlos sobre papel de cocina absorbente para eliminar el exceso de grasa, y no se deben amontonar, porque la condensación haría que se ablandaran.