El primer pan de jamón se elaboró en la panadería Ramella de la esquina de Las Gradillas, en Caracas, capital de ese país, a principios de 1900.
La receta fue creada por el doctor Lucas Ramella, hijo de Pablo Antonio Ramella y nieto de Giuseppe Antonio Ramella, quienes fundaron en 1852 esa panadería.
Miro Popic, quien se identifica como “cocinólogo” y escritor de vino, se dedicó hace 40 años a investigar el verdadero origen del pan de jamón y en 1986 publicó un libro que se llama El libro de Pan de Jamón y otros panes.
Para ese libro entrevistó al fundador de la Asociación de Industriales de Panadería, Luis Morales, quien le afirmó que fue la panadería Ramella quien comenzó con el pan de jamón “y luego siguieron las otras panaderías.
Este pan se hacía con jamón ‘Ferris”, que venía forrado en una capa que llamábamos ‘chapapote’”.
A ese pan luego se le agregó pasas “y no fue sino después de 1920 que comenzaron a agregarle aceitunas, pasas y alcaparras, pero como resultaba muy caro, le dejaron solo las aceitunas y las pasas.
Este pan se hacía con masa de ‘cerveza’”, menciona Morales en esa entrevista.
En su escrito para el portal Prodavinci, Miro detalla el atrayente sabor de ese platillo.
La combinación pan y jamón, aceitunas y pasas, reúne los elementos necesarios para ofrecernos satisfacción plena en el paladar.
Recalca además que a su juicio, el pan de jamón “es la principal y más importante contribución propiamente venezolana a la gastronomía mundial, más incluso que la hallaca, derivada del tamal, o de la arepa compartida con otras culturas indígenas americanas”.