Espinacas con garbanzos es un plato típico de cuaresma.
Espinacas rehogadas con un majaito y garbanzos hervidos.
Eso si, sin olvidar su toquecito de laurel y cominito molido.
Chipirones a la plancha es un plato sencillo, pero no por ello falto de mérito.
Hay que saber darle el “punto exacto” de plancha y su toquecito de salsa ligerita, entre suavita y picantita.
No se vaya de la ciudad sin probarlo.
Serranito es un bocadillo completito que resucita a un muerto.
Se toma calentito, con su filete a la plancha, su pimiento verde frito, su buena loncha de jamón serrano, sus rodajitas de tomate natural… y a disfrutarlo.
Los hay más “hambrones” que le añaden una tortillita francesa.
Salsa al gusto aunque con el aceitillo del filete y el pimiento es suficiente, para qué enmascarar su magnífico sabor natural…
Montaditos se pueden encontrar casi casi de todo.
Consejo: no se pierdan los montaditos de pringá.
Pescaito frito es una presentación propia del pescado del sur de España.
Para que esté bueno, el secreto está básicamente en dos factores: que el pescado sea fresco y que el aceite sea de calidad.
No se vayan de la freiduría sin probar las pavías de bacalao o merluza, los chocos fritos, o algo que se está poniendo de moda: los calamares del campo.
Solomillo al whisky, al roquefort… es un filetito de solomillo de cerdo a la plancha, con salsa al whisky o al roquefort, para los más “queseros”.
El camarero no pestañeará si lo pides abreviado: «Solomillo roque».
Rabo de toro es un guiso contundente pero exquisito.
Puede enmarcarse en el grupo de las “calderetas”.
Diría que es imprescindible pedir una gran provisión de buen pan para mojar en la salsa.
No se arrepentirá, aunque sea el único plato que pida.
Gazpacho es una sopa fría de tomate.
Aunque está tomando mucho auge el tomarlo en vaso, como un buen “chute de vitaminas”.
Revueltos variados es huevo, imprescindible, acompañado de gambas, espárragos trigueros, jamón, Patatas… o lo que usted pueda desear.
Caracoles son simpáticos moluscos gasterópodos que aquí se comen con palillo y sorbiendo.
Acompañado por su vasito de caldo, para “rematar la faena”.